Empieza la travesía y nos subimos a la combi del terror!



Primer viaje en avión y esa mezcla de nervios, emoción y ansiedad. Hasta que no volás no sabés si lo amás o lo odias, por más que la gente intente explicarlo, es una sensación indescriptible, por suerte para mi no me molesta volar, No se si me da mas miedo volar o tomarme un micro... Hablando de miedo, ni bien salí del aeropuerto de Salta con mis compañeras de Viaje, se me cruzó una tarántula en el camino; ahí me di cuenta que estaba lejos de casa y que cualquier cosa podía pasarme en el camino, y que dependía de mi como reaccionara a la situaciones que se me enfrenten para disfrutar del viaje. 
Empanadas salteña, espera y un micro que frenaba y giraba a toda velocidad por la noche salteña y jujeña, nos depositó en La quiaca. Las fronteras nunca son lindas, esta no es la excepción, después de 4hs de cola pudimos pasar migraciones y pisar suelo boliviano.
Villazón es como cualquier ciudad fronteriza, fea sucia y de paso. De ahí teníamos que partir hacia Uyuni, nuestro destino. Aunque el destino parece que no estaba muy decidido a recibirnos. El tren que hace el recorrido estaba completamente agotado, y los micros no salían hacia Uyuni hasta el día siguiente. Nos quedaba la opcion de tomarnos un micro hacia Tupiza y de ahí otro hacia Uyuni. Otra opción era tomarnos una combi que nos llevara directo a Uyuni, pero su costo era más elevado.
 Villazón, Bolivia

Mientras Meditamos nuestra situación en la vereda, apareció un chico Argentino, Diego y nos ofreció ir a la combi con el y su grupo de amigos. Ellos eran 12 y estaban realizando un viaje a Machu Picchu, Se habían conocido entre sí por ser Evangelistas. Le dijimos que si y teniendo resuelto el problema nos fuimos todos a comprar comida y esperar. 
Nota: si un boliviano te dice que el micro sale a una hora específica no le creas, después de esperar varias horas y varias vueltas mas emprendimos el viaje. La combi iba sin Frenos por lo que el conductor frenaba poniendo reversa; a todo esto íbamos por camino de cornisa, pasando por ríos secos con piedras sueltas, y el motor que perdía aceite. #salvamejebús 

Vista desde la “combi del terror”

Paramos en Tupiza, en un pueblito sin nombre,  y en Atocha. a las 12 de la noche. Los conductores se bajaron de las combis y se fueron a comer sin decirnos nada. Nosotros a esa altura ademas de temer por nuestra vida estábamos muertos de hambre así que salí con 3 de los chicos a ver si había algún lugar para comprar. Cruzamos unas vías del tren y vimos una plaza y lo que parecía ser una luz (No había casi ni luz en las calles)  pero finalmente no había ningún negocio. Estábamos por irnos cuando una banda de pibes con caras sospechosas empezó a caminar en nuestra dirección por lo que decidimos irnos y uno de los chicos dice “cuando doblamos en la esquina, empezamos a correr” y así corrimos y así caí de boca al piso por no ver las vías del tren
Regresamos a las combis sin comida, sin esperanza y un poco asustados. Retomamos el viaje y a las 03:00AM llegamos a Uyuni. Nos quedamos cuidando el equipaje (y congelándonos) mientras los chicos buscaban algún Hostel que tenga lugar. Así terminamos los 15 en 3 habitaciones del Hostel “Marith” dispuestos a descansar un poco.
 A TENER EN CUENTA
  • En fechas claves tener paciencia en la frontera, puede haber muchas demoras
  • Sí si quiere ir en tren sacar los boletos con anticipación desde acá 
  • No fiarse de los horarios, casi nunca se cumplen
  • Tener paciencia

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